sábado, 27 de junio de 2009

Cuantas infelices fiestas se celebran y gastan, no solo, montañas de capital monetario sino emocional, a veces, me pregunto cual es el motivo de tanta obligada falsa y de tanto despropósito, ¿seria necesario?… ¿es tradición?.

Se torna costumbre seguir los pasos que rutinariamente damos en cada uno de nuestros actos, que en la mayoría de los casos, parecen obligados.

Fingir, condenarse de por vida a una vida que sabemos de ante mano que no deseamos. No logro entender porque nos dejamos acompañar de quien no queremos y escondemos a ese corazón y su latido para los momentos en que escapamos a la cara oculta de la luna.

Apostaría lo que fuera a que la magia de esos instantes dejarían de serlo en el momento que la luz del día los iluminase. ¿Será entonces que nos guste vivir en un interminable sueño?.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay necesidad de fingir... Termina uno negándose a sí mismo.

Un gusto leerte.

Magnolia dijo...

falsa ilusión, el ser humanos vive en constantes sueños, ilusiones, es así como nos acompaña la frustración y el desconsuelo después. Consecuencia o acto en falso.